Mensaje de cierre para la Fiesta 2007

Maria
January 16, 2007

BN 1190 3625 DF/MM/MC FIESTA 2007 DIC. 2006

(Trascripción de la grabación que se pondrá en la cena de celebración)

1. (Jesús:) ¡Me encantaron estos días maravillosos que pasamos juntos! El corazón me rebosa de alegría mientras recuerdo los deliciosos momentos que compartimos, amorosa y fiel Esposa. Hablamos, nos escuchamos, reímos, lloramos‚ compartimos, nos comprendimos‚ nos unimos y nos amamos.

2. Sientes y percibes el fortalecimiento que te ha brindado este tiempo de reposar en Mí, en Mis brazos y en Mi amor‚ ¿verdad que sí? Lo que sientes ahora es una pequeña muestra de una de las hermosuras y recompensas del Cielo. También es una muestra del poder y la fortaleza con la que se te bendecirá en los tiempos venideros, tiempos de fortalecimiento, crecimiento‚ expansión y de recoger la mies más abundante que hayas recolectado jamás.

3. Tienen mucho por delante, Familia Mía, esposas Mías. Les espera un destino prometedor y grandioso. Este tiempo de descanso y reposo, de reagruparse y reflexionar, ha ayudado a prepararlos para la siguiente fase de su vida, de su servicio, testimonio, cosecha y futura recompensa y honra en el Cielo.

4. El Cielo resuena con voces de alegría y alabanza. Si hacen una pausa y guardan silencio, los percibirán, los sentirán e incluso oirán. Los santos del Cielo alaban y se regocijan, porque saben y ven lo que ha ocurrido en la vida de ustedes, en su corazón y sus Hogares. También ven cómo los ayudará y fortalecerá con vistas a los tiempos que vienen.

5. Ven lo que harán por ustedes en el futuro estas verdades espirituales que se les han revelado; primero en los tiempos de fortalecimiento y de consolidar sus avances de los últimos años, luego, durante la gran ofensiva de testificación, crecimiento y expansión, y finalmente en el Tiempo del Fin‚ en la época de tribulación, momento en que alumbrará su luz con la mayor intensidad y manifestarán su máximo poder.

6. Sus seres queridos de esta dimensión, los ángeles y los santos de toda la historia, dan voces, cantan alabanzas a Mí y proclaman a viva voz elogios a ustedes. Son ustedes los elegidos a los que han sobrevenido los fines de la Tierra. Los que viven en la época con que soñaron todos los profetas. Son los que recogerán la última gran mies de la Tierra. Los profetas, sabios y santos de toda la historia alzan ahora su voz en un grito grande y glorioso con el que no solo me honran a Mí, sino a ustedes. A ustedes se les ha concedido un honor que no se ha concedido a ninguna otra generación. Contarán con una luz y un poder mayores que ninguno de Mis hijos que los haya precedido.

7. Todo ese poder y luz empieza con los ratos que pasamos juntos, con nuestros ratos de amor‚ con los momentos en que nos unimos espiritualmente mientras reposan en Mí. Al apoyarse cobran fuerzas. Mediante la debilidad son fuertes. Por medio de la quietud adquieren valor. Al renunciar lo obtienen todo. Por la humildad cobran confianza.

8. Durante estos días de celebración y de reposo en Mí he puesto un don único y muy valioso en el corazón y el espíritu de cada una de ustedes, esposas Mías. Lo que han obtenido cada una es diferente‚ y lo percibirá y se manifestará de una forma particular en su vida. En todo caso, se trata de algo que las mantendrá de ahora en adelante estrechamente unidas a Mí, más dependientes y enamoradas de Mí. Por tanto, será una fuente de fortaleza‚ fe y valor en los tiempos que las esperan. Estar más estrechamente unido a ustedes de lo que estábamos era lo que más deseaba lograr en estos días, así como lo que más necesitaban ustedes, y eso fue lo que conseguimos.

9. ¡Regocíjense y alégrense! ¡Den un grito de alegría, como hacen los habitantes del Cielo! ¡Den un grito de alegría porque son Mías; la Esposa del Rey y Gobernante del Universo! ¡Den un grito de alegría porque están a salvo para siempre en Mis fuertes y amorosos brazos! ¡Den un grito de alegría porque están conectadas con la fuente eterna de todo poder y fortaleza! ¡Den un grito de alegría porque al final triunfarán sobre todo el mal y las tinieblas! Den un grito de alegría porque no hay absolutamente nada que no podamos hacer ustedes y Yo, unidos en Mi amor, unidos en Mi Espíritu y asistidos por el poder del Cielo en pleno. ¡Den un grito de alegría porque no hay imposibles para los hijos de David y el poder de las llaves! ¡Den un grito de alegría porque tienen un Cielo en la Tierra en el corazón y en su Hogar, y porque les espera el Cielo por la eternidad! Griten de alegría y alábenme, Mis amadas esposas. (Lenguas.)

10. (Mamá:) Gracias, entrañable Esposo. Gracias, fuente eterna de todo poder. Gracias, Rey de nuestra alegría y Señor de nuestro corazón. ¡Aleluya! (Lenguas.)

(Terminen con entusiastas alabanzas.)

© La Familia Internacional, 2006