Palabras para meditar

Maria
January 16, 2007

BN 1196 3622 DF/MM/MC FIESTA 2007 DIC. 2006

Leídas por María

1. Tómate un tiempo para detenerte, para apartarte de tu mundo de confusión, de los afanes de la vida, de las obligaciones, los problemas, la fatiga y el cansancio. Déjalo de lado y no pienses en nada de eso. Tómate unos instantes para concentrarte en Mí, para pensar en la hermosura que te rodea y dejar que tu mente entre a Mi dimensión. Deja que se relaje en el Cielo. Que se libere de los confines de la carne. Que conozca la paz en Mi presencia, descanse en Mis brazos y sueñe con lo celestial. Deja que tus pensamientos vuelen hacia Mí‚ y tu mente se aparte de todo lo que pueda sujetarla, hundirla u oprimirla.

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2. Deja que Mi Espíritu repose sobre ti y te llene de paz. Deja que Mi Espíritu fluya en tus pensamientos, se mezcle con el tuyo y te infunda fuerza. Cuando tu espíritu se encuentra con el Mío‚ se produce una renovación de tus fuerzas espirituales. Ocurre algo dinámico en el plano espiritual.

3. Cuando nuestros espíritus tienen comunión‚ recibes más de Mis fuerzas y tus dones y ungimiento se incrementan y renuevan. En los momentos en que guardas silencio y tienes comunión conmigo, se filtran los afanes de este mundo, las influencias negativas del Enemigo y todo lo que te oprime.

4. Es un hermoso matrimonio de nuestro espíritu, un hermoso encuentro de nuestras manos y de nuestra mente. Es como un fenómeno físico; como la telepatía. Puedo transportarte al mundo espiritual mientras te hablo a la mente y el corazón y te apaciento con lo que sabes que necesitas. Pero tienes que estar en calma para recibir. Tienes que acudir a Mí en silencio y dejar que el poder fluya de Mí a ti. Cuanto más tiempo guardes silencio y tengas comunión conmigo, más pasa a ti de Mi poder y Mis fuerzas, mejor se completa la conexión y más recibe y se fortalece tu espíritu.

5. Ni siquiera estarás al tanto de todas las formas en que fortalezco tu espíritu; no conocerás todos los sentidos en que imparto instrucción a tu espíritu y le infundo nueva vida. Sin embargo, lo verás manifestado más adelante en algún sentido físico. Tendrás paciencia y amor en una situación que antes habría puesto a prueba tu paciencia. Verás que la vida no se te hace tan difícil ni la situación tan mala.

6. Gracias por acudir a Mí en tranquilidad y quietud, por ponerme primero y poner primero Mi Palabra y Mi Espíritu, antes que ninguna otra cosa.

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7. Imagina que te encuentras en una hermosa pradera verde. Está rodeada de árboles y bendecida con el canto de muchos pájaros. La atraviesa un alegre y burbujeante arroyuelo. Es el lugar más sereno en que jamás has estado. Te sientes totalmente a salvo y en paz. En este momento no recuerdas cómo llegaste; en realidad no sabes nada, solo que este lugar es justo lo que necesitas.

8. Su sencillez te absorbe. Te satisface la tranquilidad. Te relajas porque te sientes en casa. No hay otras personas por ahí, pero sabes que no estás en soledad. Alguien te trajo a esta pradera... Ah, sí, ahora te acuerdas, estabas meditando. Así fue como llegaste.

9. Te traje Yo a la pradera de la meditación, Mi amor. Elevé tu espíritu y lo saqué del mundo para que viniera a echarse una siesta espiritual sobre el exuberante y verde pasto. Te tomé de la mano y te dije: «Corramos entre Mi creación. ¡Somos libres en espíritu!» Cerraste los ojos y tu espíritu se transportó más allá del plano físico a un lugar de grata serenidad; tu pradera de la meditación.

10. Me dijiste: «Cómo me alegro de haber seguido meditando unos minutos más y no haber desistido, porque me encanta venir aquí.» Sí, Mi amor, este es el lugar donde nuestros espíritus tienen comunión en un idioma que nadie más entiende, a solas tú y Yo. Aquí es donde te digo al oído palabras de amor, aliento y fortaleza, y esas palabras penetran en tu espíritu y te refrescan. Quédate tanto tiempo como lo necesites y deja que renueve cada fibra de tu ser con el toque de Mi Espíritu. Luego podrás volver y reanudar tu trabajo con nuevo ungimiento y fuerzas.

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11. Estoy aquí mismo. Te rodeo por todas partes como una templada brisa de verano, como una manta suave y cómoda, como un tranquilizador bálsamo que te cubre de la cabeza a los pies. No estoy contigo solo en los momentos felices en los que todo marcha bien, sino también en los momentos difíciles en que se te parte el corazón y tienes la cabeza llena de inquietudes. Nuestro corazón es uno. Sean cuales sean las experiencias por las que pases, las vivo contigo. No puedo evitar el sentir tus dolores y penas, de lo intensamente que te amo.

12. Soy el Esposo más fiel, cariñoso y entregado que jamás tendrás. El Esposo que jamás te dejará. Siempre podrás contar conmigo para que te ayude a salir adelante. Por la noche siempre estoy a tu lado en la cama, listo para abrazarte. Soy quien te besa para saludarte por la mañana. Quien te deja notas de amor en el espejo del baño de tu mente. El que te susurra palabras de amor que te conmoverán el alma y el espíritu más de lo que podría hacerlo nadie, porque te amo sincera, profunda y eternamente; con todo el corazón.

13. Pase lo que pase en tu vida‚ sea lo que sea que hayas hecho, nunca dejaré de amarte. Aunque me abandones, seguiré amándote. Te seguiré y encontraré. Llamaré a tu puerta a media noche y te llamaré hasta que te vea, aunque despierte a todos los vecinos. Te mandaré correos electrónicos. Te llamaré por teléfono. Te saludaré con la mano cada vez que te vea. Le diré a todo el mundo cuánto te quiero. Aunque no regreses a Mi lecho de inmediato, seguiré amándote y haré lo que sea necesario para demostrarte que te amo. ¿Por qué hago todo eso por ti? Porque soy el mejor Esposo que jamás tendrás, el que siempre estará a tu disposición, pase lo que pase.

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14. La oración es como el vuelo silencioso de las águilas. Te deslizas por el espacio. Eres libre e indomable y te has apartado; solo están tú, Dios y el Cielo. Sabes que nada es imposible porque te encuentras en la dimensión espiritual.

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15. Reposar en el Señor es consuelo, es paz, algo que no se puede reemplazar con nada. Es sonreír en cualquier circunstancia. Es amar. Es ser como Jesús. Es el toque de Jesús cuando lo has tocado a Él.

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16. La belleza del Señor te transporta a las maravillas de Su amor. Ningún ojo terrenal ha contemplado Su hermosura, pero es tan maravillosa como Su amor. Esa hermosura tiene poder creador; transforma todo lo feo en la belleza misma. Es lo que hace que el pecador se sienta amado, hermoso, salvo y limpio otra vez.

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17. Cuanto mayor sea el sacrificio‚ mayor es la recompensa. Nunca podrás renunciar a nada por Jesús. Es el razonamiento carnal el que te dice: «Esto es una penalidad. Algo que no me gusta. Una dificultad. Esto es algo que tengo que renunciar. Lo que tengo que sufrir.» Si prestaras atención a tu corazón espiritual, escucharías: «Este es el honor que se te ha concedido. Un privilegio que muy pocos alcanzan. Un obsequio de Jesús. Nunca te arrepentirás de haberlo hecho. Hará que el rostro te reluzca por siempre como testimonio eterno de la gratitud de Dios por el amor que le tienes.» El obsequio que te hace es que tu sacrificio resplandezca por siempre, como diamantes en el cielo.

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18. El amor del Señor por nosotros es un amor salvador. Nos puede salvar de cualquier cosa. Puede salvar del Infierno, que es la salvación más obvia. Puede salvarnos cada día de todo problema con que nos topemos. Puede salvarnos de apuros. Salvarnos del orgullo en la tentación. Conservarnos la salud y la cordura. Salvarnos de deudas. Salvarnos de todo. No hay nada de lo que no nos pueda salvar, incluidos nosotros mismos.

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19. Jesús es el máximo gurú. Lo único que hay que hacer es meditar en Él. Cierra los ojos y canta Su Nombre; es el Nombre más grande del universo. Su Nombre hace descender el poder. Él te rodea, está ahí mismo contigo, a tu disposición. Tienes poder al alcance de la mano. Cuando meditas en él, se abren los cielos y huyen los demonios. Cuando invocas Su Nombre, te envuelve la luz. Él es invencible. Meditar en Jesús te produce el éxtasis supremo‚ la mayor conexión, el mayor traspaso de energía que se pueda dar. Cuando has invocado Su Nombre‚ puede reencarnarte en el ser espiritual que te había destinado a ser.

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20. En el Cielo no hay tormentas, solo brisas suaves. La brisa representa las tiernas caricias del Señor, Su naturaleza tranquilizadora y Su tierno amor.

21. ¿Vives con tranquilidad o con estrés? ¿El estrés del Infierno mismo y la falta de fe te zarandean con cada presión, y quemas a otros con el aliento de dragón de Satanás? ¿O vives en la tranquilidad celestial del Señor‚ donde hay amor y paz y puedes transmitir la tierna esencia de Su presencia? Son dos mundos muy distintos. ¿Qué mundo transmites a los demás con tus actos?

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22. Extiende la mano y dámela. Extiende la mano y deséame. Extiende la mano hacia Mí y me encontrarás. Hallarás paz aunque estés en medio de una rabiosa tormenta. Hallarás principios absolutos a los que puedas aferrarte cuando todo te parezca incierto. Y comprobarás sobre todo que, pase lo que pase, estoy al mando. Mientras te limitas a sentarte y te tomas el tiempo para asirte a Mí, dejar de lado todo lo demás y centrar la atención en Mí, me ocuparé de todo. Notarás la diferencia y, lo que es más importante, sabrás que me estás agradando sobre todas las cosas.

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23. ¿Cómo sabe un niño‚ un amigo, un padre, un amante, un esposo, una esposa u otro pariente que lo quieres? ¿Qué crees que más aprecia que le des? ¿Qué apreciarías más de tus seres queridos? Piensa en esto y en qué es lo que más desea todo el mundo de aquellos a los que ama.

24. Yo sé lo que más deseo de aquellos a los que amo; es lo que ansía la mayoría de la gente sobre todas las cosas: que me dediques tiempo y atención. que me amas cuando pasas tiempo conmigo, cuando sacrificas otras cosas para conversar conmigo‚ para pasar ese tiempo en Mi lecho de amor, para disfrutar de Mí, descansar conmigo y abrazarme. Son demostraciones del amor que albergas por Mí y por los que te rodean.

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25. Encuentra el ojo del huracán, ese lugar donde reinan la paz y la tranquilidad totales. Encuentra ese lugar conmigo, en el cual, aunque el mundo esté al revés y sumido en la confusión‚ puedes tener paz en medio de la tormenta. Requiere práctica encontrar el ojo del huracán, pero si eres fiel en pasar tiempo conmigo‚ descansar en Mí, permanecer en Mí, amarme, alabarme y pensar en Mí, siempre encontrarás ese refugio donde nada te alcanzará.

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26. Imagina por un momento una ciudad a la hora de mayor tráfico, llena de confusión y ruido. Suenan bocinas, la gente corre de acá para allá y reinan el caos y la confusión. Una escena así nunca es agradable, pero así es el hombre y su mundo, y es el mundo que puede atraparte con el trajín de tu vida.

27. Ahora sal por un momento de tu mundo y entra al Mío. El Mío es una escena de campos verdes y hermosas flores. Es un paraje de cascadas por descubrir, donde la vegetación es exuberante y todo es puro y limpio. Mi escena es de majestuosas e imponentes montañas con picos nevados donde el panorama es espectacular y siempre sopla una brisa fresca. Otra escena de Mi mundo es el imponente, majestuoso y activo mar‚ de un azul intenso, lleno de maravillas tanto en la superficie como bajo el agua.

28. Mi mundo está a tu disposición para que lo disfrutes y aprecies y para ayudarte a conectarte conmigo. Me encuentro en toda la hermosa creación que te rodea, y al apreciarla, me aprecias a Mí. Al tomarte el tiempo para hacer una pausa y disfrutar de ella, te lo tomas para disfrutar de Mí y de todas Mis maravillas y hermosuras‚ y te liberas del dominio que ejerce el mundo sobre ti.

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29. Cuando te atasques, cuando no sepas a ciencia cierta cómo resultará algo, cuando necesites ayuda, detente y hazme un pedido; pídeme cualquier cosa y con la frecuencia con que quieras. Por mucho que me pidas ayuda, nunca te pasarás de la raya; nunca excederás el límite. Doy a los que me piden. Además, Mi paciencia es infinita y poseo una capacidad ilimitada de darte más de lo que puedas pedir. Así que no te dé vergüenza, no te contengas, pide y pide. No dejes de hacerme saber en qué sentido necesitas ayuda o lo que deseas. Me encanta que me tengas ocupado con tus pedidos y atendiendo a tus necesidades. Tus deseos son órdenes para Mí, y me encanta cumplirlos en tanto que cumplas los Míos.

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30. ¡Recorre Mis salones y deléitate en los esplendores de Mi Reino! ¡Deja que te prodigue belleza en Mis aposentos, que te adorne con Mis obsequios y te atavíe con el esplendor del Cielo! Eres Mi esposa y soy el Rey de todo; actúa y vive como tiene derecho a hacerlo Mi esposa. Lo tengo todo para ti‚ y también tengo autoridad para ordenar cuanto quieras. Por ser tu Esposo, todo lo que tengo es igualmente tuyo.

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31. Te pido que confíes, como un niño confía en sus padres y un bebé en su madre. Quiero que confíes en que sé lo que te conviene. Aunque te dé la impresión de que todo sale mal, no quiero que lo resistas ni que endurezcas el corazón, sino que sepas por fe que sea cual sea el resultado, o lo que recibas o no recibas, o en qué parará todo, podrás decir al final: «El Señor es bueno y lo hace todo bien».

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32. La razón de ser de la vida no es llegar al destino; es el viaje. No pienses, pues, que tienes que apurarte por llegar al destino. El destino es lo de menos; lo que importa es el viaje, a qué dedicas el tiempo y lo que aprendas y experimentes por el camino. El viaje es también lo que te permite encontrarme y aprender de Mí. En eso consiste la vida, y si no te tomas el tiempo para conocerme, pasarás por alto el sentido de todo el viaje.

33. Así que no vivas a la carrera ni descuides el tiempo que te corresponde pasar conmigo, o no llegarás a entender y todo lo que logres y experimentes será en vano. Saca el máximo provecho a tu viaje pasando tiempo conmigo, amándome, buscándome y descubriéndome. Antes de que te des cuenta habrás llegado a la última estación y estaré allí esperándote.

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34. Aprecio tus oraciones como obsequios de amor. Tus oraciones me exaltan y honran, porque son una manifestación de fe en Mi poder. Tus oraciones hacen que me sienta muy amado y como un rey, ya que con ellas reconoces Mi grandeza y superioridad sobre todas las fuerzas de la Tierra y del universo.

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35. Que tomes tiempo para simplemente descansar en Mis brazos me dice que soy lo más importante en tu vida; más importante que tu trabajo, tu entretención, tu trato con los demás y hasta el tiempo que dedicas a estudiar Mi Palabra y las cosas del espíritu. Cada vez que dejas de lado los afanes de esta vida para acudir a Mí y llenarte de Mí, me dices: «Jesús‚ ¡eres lo más prioritario para mí!»

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36. No hay belleza tan llamativa como la Mía, poder tan grande como el Mío, sentimientos tan estimulantes como los Míos‚ palabras tan ciertas como las Mías, estabilidad tan resistente como la Mía, protección tan confiable como la Mía, obsequios tan valiosos como los Míos y amor tan perdurable como el Mío.

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37. Cuando te prometo protección, no tienes nada que temer. Se te protegerá de todo. Nadie cuenta con una garantía de protección y seguridad como la que tienes cuando pones tu vida en Mis manos. ¡Soy lo bastante fuerte para ahuyentar a todo matón, lo bastante grande para protegerte de todo bravucón y lo bastante poderoso para protegerte en toda catástrofe!

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38. No hay sacrificio que hagas, por difícil que sea, por mucho que te quebrante el corazón o muchas lágrimas que derrames‚ que Yo no te vaya a compensar sobradamente. Aun antes de que hagas un sacrificio por Mí, ya tengo planeada una generosa recompensa que lo superará de lejos. Tus sacrificios son obsequios costosos y sentidos, y para los que hacen esos costosos sacrificios están reservados los dones espirituales más singulares.

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39. El amor que te tengo no puede medirse‚ contenerse, explicarse, comprenderse, compararse ni verse. Acéptalo simplemente como lo que es: el amor más puro y auténtico que habrás de conocer.

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40. Sal por un rato de la caja de agitación de tu vida y sitúate bajo el reflector de Mi Espíritu. Deja que Mi amor, paz, misericordia, paciencia, consuelo, sabiduría, renovación y ungimiento resplandezcan sobre ti. Tu espíritu quedará envuelto en una aura de Mi fortaleza y poder que te será muy útil cuando salgas de Mi templo de la meditación para seguir sirviéndome.

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41. Yo no soy temor; soy paz. No soy preocupación; soy fe. No soy estrés; soy confianza. Sé todo lo que soy Yo, y tendrás el espíritu de tranquilidad que deseas en tu vida.

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42. Llévame hoy contigo e inclúyeme en todo lo que hagas. No te limites a invocarme cuando te topes con un problema o necesites una respuesta. Deja que esté a tu lado en todo momento. No quiero ser un accesorio temporal; quiero ser parte de ti, parte de tu vida, ¡las veinticuatro horas del día!

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43. Si quieres ser como Yo, sé feliz. Sonríe ahora mismo y sonríe a menudo. Sé alegre y alumbra la vida de los demás. Sé una lámpara de alegría que alumbre cada habitación oscura. Sé un arco iris de esperanza, aun en medio de la tormenta. Sé un rayo alegre de sol que caliente los corazones. ¡Eso es lo que Yo llamo vivir en plenitud!

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44. No te limites a orar; ¡vive y respira la oración! Deja que fluya a través de ti de un modo tan natural y automático como el latido de tu corazón o la respiración de tus pulmones. Solo entonces descubrirás el secreto, la energía y el pleno poder de la oración.

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45. Descansa en Mí cada día de tu vida sin falta, y hazlo de todo corazón. Pero al decir «de todo corazón» no me refiero a que busques frenéticamente y en la carne el programa perfecto para reposar en Mí. No me refiero a pasarte el tiempo desahogándote de tus problemas y necesidades. No me refiero a memorizar sin parar promesas de llaves y versículos. No me refiero a cumplir para decir que descansaste en Mí. Me refiero a detenerlo realmente todo y reposar en Mí.

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46. Cuanto mayor sea tu inclinación a ocupar los ratos de meditación con una larga lista de actividades, más importante es que evites precisamente eso. Sin duda necesitas dedicar tiempo a despejarte la mente y pensar exclusivamente en Mi rostro, en lo mucho que me amas o lo mucho que te amo, o a escuchar música suave y decirme palabras sencillas de alabanza. Necesitas con frecuencia esa clase de meditación.

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47. Imagina tus problemas como un gigante de tres metros de altura. ¡Es malvado, feo y dispuesto a repartir golpes! Da miedo, ¿verdad? Pues ahora aléjate‚ mucho más, y mira la perspectiva general, donde me alzo Yo como un maremoto de 70 metros de altura. El bestial gigante que te daba tanto miedo ahora se ve tan pequeño a Mi lado que tendrás que esforzarte mucho para ver el puntito que es. Yo soy muchísimo más grande y poderoso que todas las dificultades que afrontas. Así que olvídate de esa diminuta mota y disfruta de Mi esplendor y majestad.

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48. Yo recuerdo cada sacrificio que has hecho por Mí, por tus seres queridos y por Mi servicio, cada uno sin excepción. Los recuerdo todos, y un día te los recordaré uno por uno y te premiaré en consecuencia. Así que no pienses, ni por un instante‚ que no aprecio tus abnegados sacrificios, solo porque te parece que nadie se da cuenta de ellos en la Tierra. Yo te observo, Mis ángeles llevan una constancia exacta y ningún ojo humano ha visto las recompensas tan grandes y hermosas que te tengo reservadas, amada esposa.

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49. Cuando no puedes dormir de noche‚ das vueltas en la cama e intentas acomodarte. Tratas de relajar el cuerpo y la mente. Procuras tener pensamientos positivos. Alabas y oras por otros esperando la bendición del sueño. Cuando finalmente encuentras una postura cómoda‚ cuando el cuerpo se te relaja, el espíritu se te calma y la mente se tranquiliza, te duermes sin darte cuenta siquiera.

50. Lo mismo pasa cuando reposas en Mis brazos espirituales. Es posible que al principio te tome unos minutos ponerte a gusto, dejar de pensar en los afanes de la vida y aflojar la marcha del cuerpo y el espíritu para poder tener pensamientos positivos y hermosos sobre Mí. Te toma un rato entrar en Mi reposo, arrimarte a Mí hasta relajarte por completo espiritualmente, confiando en que tengo en Mis manos todo el trabajo. Cuando por fin te desprendes de todo y me lo encomiendas‚ dejas caer todo tu peso y confías en que te sostengo, encuentras el grato reposo de Mi Espíritu.

51. Es tan hermoso. Me encanta abrazarte. Me encanta que vengas a acurrucarte espiritualmente conmigo para descansar. Me hace de lo más feliz, porque me demuestras que confías en que me ocuparé de todo y que amarme es lo más importante en tu vida.

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52. Te observo con gran amor y adoración. Me río cuando ríes. Lloro cuando lloras. Siento lo mismo que tú. Somos de un mismo corazón y una misma alma.

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53. Me encanta que saques el máximo provecho a tus ratos de reposo en Mí. Has trabajado arduamente cosechando en los campos. Te duelen las manos y los pies. Tienes el cuerpo agotado y te mereces un tiempo de descanso. Relaja la mente, el cuerpo y el espíritu. Deja que Mi amor se deslice sobre ti como un aceite que alivia. Deja que la paz y la quietud arropen todas las inquietudes y las preocupaciones de tu trabajo. Siempre tendrás contigo el servicio que me prestas, así que déjalo de lado y dedica un rato a amarme y apreciarme, a relajarte sin más y disfrutar de Mí y de Mi creación.

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54. A veces la preocupación y el estrés de tu trabajo son como esos enormes nudos musculares que se te forman a veces en la espalda y los hombros. Sientes tensión y dolor y no hay nada mejor que pedir a alguien que deshaga el nudo con un masaje. Eso es lo que quiero hacer ahora mental y espiritualmente. No te muevas, cierra los ojos y deja que con cada movimiento de su masaje Mi amor y Mi Espíritu se lleven lentamente el estrés y la presión mientras escuchas las palabras de amor que te dirijo. ¿Verdad que es agradable? Me alegra. Acuéstate y disfruta.

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55. Cuando eches tus ansiedades sobre Mí, no olvides echarlas todas sin excepción, ¿de acuerdo? Es muy fácil guardarse unas pocas preocupaciones, pero esfuérzate por no hacerlo. Dámelas todas. Todas sin falta. Deja que Yo lleve la carga, y sentirás tal ligereza que podrías flotar por el aire como una esponjosa nube, libre de preocupaciones.

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56. ¿Verdad que es estupendo tomarse un buen vaso de limonada fría en un día caluroso de trabajo al aire libre? Es de lo más refrescante e infunde energías para seguir. Eso es lo que necesitas a veces; un vaso frío de reposo en Mí en el trabajo del día. Si comienzas a sentir presión, si empiezas a preocuparte e inquietarte‚ haz una pausa por unos minutos, recibe Mis refrescantes palabras de amor y gozo, y te renovarás.

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57. Aunque no tuvieras otra cosa que la vida que llevas ahora por Mí‚ sería una vida que vale la pena y que me agrada. Sin embargo, te espera mucho más. Todas las experiencias que tienes y lo que haces te conducen hacia algo y edifican algo que te sorprenderá, te apasionará y hará que te alegres de cada momento en que obedeciste, escuchaste, practicaste, te sometiste y me diste la mejor parte de tu vida y tu corazón.

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58. Me encanta confortar tu alma y pastorearte en lugares de delicados pastos y junto a aguas de reposo. No podemos recorrer siempre senderos pedregosos y caminos cuesta arriba. De lo contrario te cansarías demasiado y caerías por el camino. Por eso, si te parece que siempre andas por el desierto o que a cada rato te toca abrirte paso por caminos pedregosos, te digo que te esperan delicados pastos y aguas de reposo, siempre y cuando acudas a Mí. Si a lo largo de tu vida y tu trabajo te pido que recorras caminos secos y polvorientos, ten la certeza de que en el plano espiritual y en la quietud de la dimensión espiritual confortaré tu alma y la llevaré de vuelta a las tierras de la belleza.

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59. Yo sé que tienes mucho que hacer. Mis expectativas para ti son muy altas y te he pedido que aspires a mucho. Sin embargo, en todo lo que te he pedido, te he concedido el tiempo y la gracia para hacer Mi voluntad sin tener que recurrir al brazo de carne y agotarte física y espiritualmente. Puedes cumplir Mis expectativas en tu servicio a Mí y al mismo tiempo dedicar suficiente tiempo a descansar en Mis brazos y disfrutar de la magnífica vida que te he dado tanto en el plano espiritual como en el físico. Yo veo el panorama general y te prometo que hay un tiempo para ambas cosas; tiempo para servir y tiempo para descansar.

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60. Me perteneces y nunca dejo de obrar con empeño en tu vida para que todo redunde en tu bien. Cuanto más te sometes a Mí, más hermosura y sencillez puedo infundir a tu vida. Pero aun cuando eliges mal y tienes que sufrir mayores dificultades y penalidades, sigo dando prioridad a obrar en tu vida a fin de que regreses rápidamente a una senda más agradable y feliz. Nunca dejo de esforzarme por que tu vida sea maravillosa.

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61. ¡Lo estás haciendo! Estás corriendo la carrera. Corres por Mí con valentía y fuerzas. Te has despojado de los pesos que te asediaban y corres a gran velocidad y con ganas, con los ojos en Mí. A veces sudas, y otras sientes dolor‚ pero nada puede disminuir tu ardiente deseo de llegar a la meta por Mí. Eres una preciosidad, amor Mío. Brillas intensamente mientras prosigues hacia la meta por Mí. Sigue adelante, sigue corriendo. Lo estás haciendo de maravilla y sé que llegarás. ¡Te ves muy fuerte! Estoy contigo, Mi amor, te ayudo. ¡Sigue corriendo!

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62. Esto no es un concurso para ver cuánto se pueden cansar o agotar. La carrera es tan larga que todos se cansarán muchas veces y en muchas etapas. No vale la pena que traten de demostrarnos a Mí o a los demás su resistencia llevando sus propias cargas y agotándose. Habrá muchas ocasiones de luchar y esforzarse, pero también tiene que haber muchas oportunidades de reposar. Descansa, tesoro; despójate de tus cargas. Relájate y descansa en Mis brazos. Deja que Yo te lleve un rato. Has hecho mucho por Mí y sé que lo volverás a hacer, pero deja que ahora te sostenga en Mis brazos y te renueve las fuerzas.

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63. ¡Qué alegría! Cuánta alegría hay en el Cielo por las almas salvadas que traen a Mi Reino. Con tantas bellezas y complejidades que les he revelado sobre Mi dimensión, nunca olviden que nada infunde tanta alegría a cada rincón de Mi Reino como un alma perdida que me encuentra y reserva para siempre su lugar en el Libro de la Vida. No hay mayor alegría. ¡Cómo resplandecerán los que me han enviado tantas almas! ¡Serán radiantes! ¡Resplandecerán como las estrellas por la eternidad!

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64. Si vieran las bellezas que los esperan, la perfección de Mi plan para su vida, el esplendor de su destino y el complejo orden de su vida, jamás se preocuparían tanto por las batallas de esta vida ni se pasarían tanto tiempo cargados de preocupaciones y afanes. Su vida está en Mis manos. Su vida me pertenece. No dejaré que los toque nada que no vaya a ser hermoso y bueno algún día, cuando lo vean desde Mi perspectiva. No tienen motivo para temer el futuro; está seguro en Mis manos.

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65. Te enseño dos conceptos al mismo tiempo: el poder explosivo, contundente y vivo de las armas espirituales, y la fortaleza del silencio y la quietud. Debes aprender las dos lecciones, amor Mío, si deseas ser el soldado que necesito. Debes ser el fuego de la montaña y también el silbo apacible y delicado. Abraza por igual ambas partes de Mi naturaleza y contarás con Mi equilibrio perfecto.

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66. Preocupándote no conseguirás nada. Lo único útil será hacer algo, ya sea en oración o con tus actos. Por eso, cuando ya no puedas hacer nada más para resolver un problema o situación, no sigas pensando en ello ni desperdiciando energías. Déjame que haga lo que solo Yo puedo hacer. Unas veces puedes hacer algo y otras no. Y si no puedes, ¡estupendo! será otra oportunidad de demostrar Mi poder.

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67. La música es muy poderosa. La música buena y sana inspirada por Mí puede sanar y fortalecer el espíritu. No dejes de aprovechar la hermosa música que he derramado desde el Cielo. Así como la música de Satanás contiene las artimañas de Pan y del Infierno, Mi buena música trae consigo muchos hermosos seres espirituales de alegría, amor, paz, dedicación, sumisión, discipulado, intimidad conmigo, fe, poder y fortaleza.

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68. No es posible crecer y llevar fruto para Mí sin absorber constantemente la savia de la vid. El secreto es estar siempre empapado de Mí, que siempre me escuches‚ me ames y tengas una actitud abierta a Mí. Tu corazón no se limita a bombear un gran chorro de sangre al principio del día para luego quedarse quieto. Una planta no se limita a mandar una descarga de savia con la que tengan que contentarse las hojas o ramas durante el resto del día. No, el secreto del perfecto funcionamiento de las plantas y de tu cuerpo, si duran tanto y se rejuvenecen en todo momento es por el suministro constante y vivificador de savia. Yo soy tu Sangre. Soy la Savia. Llénate de Mí en todo momento y deja que corra por ti y te nutra. Así encontrarás el secreto de las fuerzas, el crecimiento y el fruto.

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69. Las cosas no ocurren al azar o por casualidad. Todo sucede de acuerdo con un plan maravilloso y más profundo de lo que sabes. Mi fuerza se manifiesta a través de la vida, afecta tu destino personal, el de la Familia y el del mundo en el que vives. No te tragues las mentiras del Enemigo, que dice que todo ocurre por casualidad, que no hay propósito ni razón de ser y no estás llegando a ninguna parte. Mi plan marcha según lo previsto y todo ocurre en el momento y lugar precisos en los que sé que debe ocurrir. Todo tiene su razón de ser.

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70. De sus camas suben hacia Mí más oraciones, más acción espiritual y más amor que de la mayoría de los templos del mundo. Convierte hoy mismo tu habitación en un templo empleándola para reposar en Mí, amarme, escucharme, orar y conectarte conmigo antes de dormir y al despertar. Es una maravilla lo que puedes hacer con algo tan sencillo como una cama cuando tu corazón y tu espíritu se conectan conmigo.

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71. A veces es fácil pensar que tus sacrificios son en vano. A veces hasta olvidas algunos de los sacrificios que has hecho y quizá pienses que Yo también los he olvidado. Pero un día, cuando llegues a Casa, al Cielo, te mostraré cada sacrificio que hiciste por Mí en la Tierra. Te enseñaré la exposición de todo lo que renunciaste por Mí‚ y junto a cada objeto verás y recibirás la recompensa total por él.

72. En estos momentos obtienes recompensas por lo que sacrificas. En la Tierra te bendigo, recompenso y pago de muchas maneras todo lo que me has entregado. Sin embargo, por mucho que te haya recompensado hasta ahora, ten la seguridad de que todavía no te he correspondido de lleno cada sacrificio. Solo cuando entres al Cielo recibirás el paquete completo de premios y compensaciones que he reservado para ti.

73. Los sacrificios son en cierto sentido como una cuota inicial, la cantidad que se entrega para garantizar la recepción de Mis grandes bendiciones y recompensas. Los sacrificios que hacen en la Tierra los están convirtiendo en multimillonarios espirituales. Un día, cuando finalice el viaje de su vida‚ recibirán las recompensas y bendiciones plenas que se han ganado con cada uno de sus sacrificios.

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74. No es imposible encontrar la paz y el descanso completos de los que habla Mi Palabra. «Yo guardaré en completa paz a aquel cuyo pensamiento en Mí persevera, porque en Mí ha confiado.» ¿Cuál es esa paz completa? La paz completa se encuentra cuando los detalles no interrumpen la concentración en Mí‚ cuando los problemas, dilemas‚ contratiempos e interferencias ni tambalean tu conexión de fe y confianza en Mí.

75. Tienes completa paz cuando puedes encontrarte en medio de gran confusión, persecución‚ peligros, días ajetreados o circunstancias frenéticas‚ y aun así conservar la estabilidad y la calma por contar con la garantía de Mi protección, Mi perfecto control y el accionar de Mi mano en tu vida y tu situación. Tienes completa paz cuando nada puede interponerse entre tu fe y Yo. Tienes completa paz cuando tu mente está sujeta a Mi conducto y no puede moverse.

76. ¿Cómo se obtiene esa completa paz? El versículo lo dice muy claro: «Porque en Mí ha confiado». Empieza a confiar en Mí. Demuestra confianza en Mí con alabanzas. Demuestra confianza en Mí pasando tiempo conmigo y echando tus ansiedades sobre Mí. A medida que lo hagas, te guardaré en completa paz‚ y también obtendrás ese espíritu de paz total.

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77. Mi amor, todo saldrá bien. Sé que hay asuntos que te inquietan. Tienes preocupaciones y temores sobre algunos aspectos de tu vida y tu futuro y te cuesta dejarlos de lleno en Mis manos. Te parece que tienes que aferrarte a algunas de esas inquietudes en cierta medida para que alguien se ocupe de ellas. Pero cuanto más te aferres tú a ellas‚ menos dominio tengo Yo sobre ellas.

78. Si realmente quieres que me ocupe de esas dificultades, tendrás que abandonarlas por completo. Simplemente entrégamelas ahora mismo. Encomiéndamelas. Dime que no te quieres seguir aferrando a ellas; que no quieres preocuparte de ellas. Que confiarás en que Yo las resuelva. Recuerda que cumpliré Mi propósito en ti.

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79. ¿Alguna vez te has detenido a escuchar el silencio? ¿Alguna vez te has detenido con la única finalidad de callar? No para guardar silencio en oración‚ ni para escuchar, sino solo para quedarte en silencio. El silencio es una virtud, y hace falta práctica para perfeccionar el arte del silencio y la tranquilidad. Y es muy beneficioso. Esta quietud te imparte tranquilidad mental, porque la mente también debe guardar silencio para poder disfrutar de lleno de ese estado de tranquilidad y quietud.

80. Calla. Escucha el viento silencioso, la callada brisa. Calma la mente, déjala callada y en blanco. Shhh. Esta es la quietud de la que habló David en Montañeses. La que te conecta conmigo, la que acerca tu espíritu al Mío. Disfruta de unos momentos de silencio cada tanto. Deja que Mi quietud te posea y te enseñe a guardar silencio y estar en quietud ante Mí.

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81. Trabajas para Mí con mucho empeño. A lo mejor te parece que podrías hacer mucho más por Mí y te condenas por no poder hacer lo suficiente o más. Pero te aseguro que agradezco en el alma cuanto haces por Mí. Agradezco muchísimo lo mucho que te esfuerzas cada día para que avancen Mi Reino y Mi obra. Eres un siervo fiel. ¡Estoy muy orgulloso de ti! No hagas caso al Diablo cuando te diga que no haces lo suficiente por Mí‚ ni que te condene por lo que no haces y no eres. Préstame atención a Mí. Me encanta todo lo que haces por Mí. Me alegras muchísimo. ¡No me desagradas en lo más mínimo! Veo todas tus labores como labores desinteresadas, como obsequios que me haces por amor, y ello me alegra. Te amo mucho, Mi entrañable y esforzado obrero.

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82. ¡Me apasionas! ¿Conoces la emoción que sienten algunos al practicar deportes extremos o al subirse a una montaña rusa gigante? ¿Conoces esa euforia que te hace querer gritar; no de miedo, sino de emoción? Eso me haces sentir tú. ¡Para Mí, es apasionante experimentar contigo tu vida en la Tierra! Me encantan los altibajos, los momentos en los que se reciben golpes y los momentos tranquilos, los tramos donde avanzamos recto y a toda velocidad, y las caídas en las que bajamos dando vueltas. La vida contigo me emociona intensamente. ¡Viajar contigo es apasionante, emocionante‚ estremecedor! Nunca me canso de vivir contigo. Quiero que este viaje nunca termine, ¡y he dispuesto que así sea! Nuestra travesía nunca acabará. ¡Lo que comenzó en la Tierra seguirá por la eternidad! Y eso, amor Mío‚ ¡es para Mí un panorama formidable!

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83. Cuando quieras entrar a meditar conmigo, pero tengas la mente muy confundida y llena de otros pensamientos y preocupaciones, soy más que capaz de remediarlo. Basta con que me lo pidas. Ten fe auténtica. Acude a Mí con una promesa de lo que esperas que haga por ti. Transformaría el mundo por ti si me lo pidieras. Dividiría los mares, movería montañas y cambiaría los tiempos y las sazones por ti, si me lo pidieras con fe. ¿Acaso no es poca cosa para Mí despejarte la mente y tranquilizar tu espíritu? Por eso, cuando me lo pidas, dime que crees que lo haré por ti. Dime que lo das por hecho, y ten la certeza de que recibirás lo que pides.

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84. Les voy a hacer una pregunta: si su Hogar tuviera un sustentador o un rey sumamente rico que ocupara un puesto de gran autoridad en el país, y les hubiera dicho en numerosas ocasiones que si alguna vez necesitan algo —sustento económico, la posibilidad de viajar sin complicaciones a otro país o región, la provisión de alguna necesidad, la tramitación de algún documento, poder concertar una cita importante, que se apruebe rápidamente alguna propuesta, encontrar una casa con ciertas características—‚ les ayudaría si tan solo se lo pidiesen, ¿vacilarían en pedir? Y ahora les pregunto: ¿por qué entonces vacilan en pedirme esas cosas a Mí, el mayor Rey y Sustentador que tendrán?

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85. Es vital que dediques tiempo a pensar en Mí y meditar en Mí cada día, aunque solo sea por unos instantes. Esas pausas para reflexionar sobre Mi rostro, para pensar en Mis promesas, para recordarte lo profundo que es el amor que te tengo y comunicarte conmigo de corazón, fortalece y alienta a tu espíritu para las pequeñas batallas con las que te toparás en el día. Esa dulce comunión nos conecta y te ayuda a recordar Quién está realmente al mando y Quién tiene que hacerlo todo. Esfuérzate por tomarte ese tiempo cada día, aunque solo sean unos minutos.

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86. Un día me verás tal como me has imaginado. Un día atravesaré la delgada capa del cielo de tu mundo y empaparé la Tierra de Mi resplandor, magnificencia y majestad. Los ángeles proclamarán Mi segunda venida, como proclamaron la primera. El aire resonará con el sonido de la trompeta. Oirás las alabanzas de los santos y los ángeles mientras miran a través de las cortinas del Cielo observando el hermoso regreso de Mi Esposa. Oirás música, los sonidos más hermosos que hayas oído jamás.

87. En ese momento‚ cuando me veas atravesar las nubes con tal poder y magnificencia, nos miraremos fijamente y me oirás decirte al corazón palabras personales, solo para ti. En ese momento, todos los recuerdos de la Gran Tribulación quedarán borrados como si fuera un instante, un fragmento diminuto de tiempo comparado con la eternidad. Tu vida en la Tierra te parecerá muy breve cuando te eleves para abrazarme y entrar al Cielo en Mis brazos. En ese momento, en ese abrir y cerrar de ojos, sabrás que todo valió la pena.

88. Con tan solo contemplar Mi rostro, se borrarán para siempre tus penas. Ese vistazo de Mi gloria y grandeza te inundará y extasiará por completo. Ah, Mi amor, ¡estoy ansioso por que llegue ese día! ¡Tenemos algo hermoso que esperar con ilusión! ¡Qué promesa tan hermosa y motivadora con la que podemos contar! La de nuestro maravilloso reencuentro, la de Mi grandioso regreso. Aguanta, cariño; ya falta poco.

© La Familia Internacional, 2006