¡Una celebración de amor!

Maria
January 14, 2006

BN 1156 DF/MM/MC / FIESTA 2006 DIC. 2005

Carta de MaríaDF/MM/MC 3570 X-2005

Texto en recuadro:

La presente BN es un guión para la reunión de Hogar de amar juntos a Jesús que se celebrará la noche previa al primer día de la Fiesta, a modo de inauguración de esta. Es para mayores de 16 años. Quien dirija la reunión deberá leer de antemano toda la Carta a fin de tener preparadas las canciones y actividades que se incluirán.

Tengan la bondad de escoger a uno o dos buenos lectores que lean el guión. Ustedes decidirán si pasan ejemplares de la BN a los miembros del Hogar durante la reunión. En ciertas partes Jesús pide a todos que cierren los ojos y se limiten a escuchar, pero es posible que en otros momentos haya personas que prefieran seguir la lectura en papel.

Habrá un momento en que se pida que pongan música instrumental. Tengan la bondad de elegir de antemano algo apropiado para la ocasión que no vaya a distraerlos de la lectura. En la página web para miembros hay pistas de las canciones para amar a Jesús compuestas por la Familia, o quizá puedan encontrar instrumentales inspiradores de himnos hermosos. Seguramente querrán evitar los instrumentales de canciones del Sistema que puedan recordar a algunos la letra distrayéndolos.

En ciertas partes del guión se indica que hay que poner una canción de un CD, y en otras se pide que todos canten una canción. Les pasamos a continuación unos consejos del Señor sobre las ocasiones en que se pide que todos canten juntos. En un principio dijo que esas canciones debían cantarse con guitarra o a cappella. Le preguntamos si los Hogares que no tengan músicos podían tener la opción de poner una cinta o CD, y nos dijo:

«Lo malo de ofrecer la opción de poner una cinta es que la mayoría hará eso y se perderá la humildad y la bendición que puede recibir al expresar con letra y música el sentimiento de amor que me alberga en su corazón, entonando las canciones. Si en algún Hogar nadie puede cantar en absoluto, poner la canción de una cinta y cantar con ella es mejor que nada. No obstante, deberá ser el último recurso. Prefiero que Mis esposas me canten con una guitarra o instrumento, o a cappella, por las bendiciones y recompensas personales que pueden obtener al salirse de sí mismas y cantarme de todo corazón.»

Fin del recuadro.

1. (Jesús:) Quiero que inicien esta reunión cantándome juntos. Que alguien toque un par de canciones de amar a Jesús para que canten todos, o pongan un CD o MP3 con temas así. Antes de orar siquiera, empiecen con unas canciones. Antes de pedirme nada o de presentarme petición alguna, acudan a Mi presencia con cantos y acción de gracias‚ pues ello me agrada enormemente. Animen a todos a cantar de todo corazón suene como suene. Ya sea que se consideren buenos cantantes y puedan cantar a viva voz o que duden de su capacidad para cantar y prefieran hacerlo más bajito, todos deben participar en la sinfonía de alabanza a Mí. Esas canciones son el primer paso para entrar a Mi reino. (Hagan una pausa y canten dos canciones para amar a Jesús, como pide el Señor.)

(A continuación, hagan la siguiente oración de apertura:)

2. Dulce y amado Jesús, preciadísimo Esposo y Amante más íntimo, el que más nos satisface: Nos apasiona que haya llegado este momento de entrar en Tus aposentos secretos y gozar de un rato de amor, alabanza y sexo espiritual; una oportunidad de sentir el latido de Tu corazón palpitar junto al nuestro y oír Tus palabras nuevas y puras‚ que solo has puesto a disposición de nosotros, Tus esposas íntimas.

3. No sabemos lo que nos depararán estos momentos ni las sorpresas que nos tienes reservadas, pero sabe que te amamos, Jesús, y que haremos lo que sea que podamos en estos momentos para hacerte feliz y corresponderte parte del placer, las excitantes caricias y los besos de amor que nos das. Queremos hacer todo lo que te haga feliz, Jesús. Tus deseos son órdenes para nosotros.

4. Te abrimos en conjunto el corazón y el espíritu y te pedimos que hagas de cada uno la esposa y amante que quieres. Haz que nuestra mente permanezca en Ti y protégenos de todo pensamiento que pueda distraernos, toda carga del día, toda preocupación del mundo, de toda duda o vacilación‚ todo lo que pueda interponerse entre nosotros en el lecho de amor.

5. Gracias por los magníficos espíritus ayudantes que has puesto a nuestra disposición para que nos ayuden a ser mejores amantes; invocamos su ayuda. Te rogamos que envíes a Éxtasis para liberarnos espiritualmente. Envía a Papá a fin de que nos imparta su pasión para amarte de lleno. Invocamos la ayuda de nuestros elerios y de los ángeles azules para que nos conviertan en apasionadas y libres amantes Tuyas.

6. Estamos listos para acudir a Ti, Jesús, y esperamos con gran ilusión lo que nos tienes reservado.

(Alguien deberá leer ahora este mensaje de Jesús:)

7. (Jesús:) Gracias‚ esposas Mías, por abrirse a Mí. Tengo para ustedes unos magníficos obsequios de amor, una gran recuperación para su alma, gran placer y palabras muy íntimas de amor que salen de Mi mismísimo corazón. Solo necesito vasijas que estén abiertas para recibir, y a medida que cada una me entregue su corazón, mente y cuerpo abiertos‚ la llenaré. Gracias por este regalo de amor y de confianza.

8. Esto es lo que quiero que haga cada uno:

(Pongan ahora una música instrumental suave de fondo:)

9. Cierren los ojos físicos y abran los espirituales. Algunos dicen que les cuesta imaginar con la mente y no son capaces de ver las bellezas que voy a describir, pero no se preocupen por eso. Les explicaré lo que vayan viendo, de modo que aunque no vean ni perciban con ninguno de los sentidos lo que les voy a enseñar, su espíritu lo sentirá y se rejuvenecerá, y quedará amado y satisfecho.

10. Antes que nada, para entrar a Mi plano deben despojarse de sus vestimentas, de todo lo carnal y lo que les impida entrar a fondo en Mi Espíritu. Imaginen que se quitan los zapatos y los calcetines. Los zapatos y los calcetines representan las limitaciones y estorbos de su cuerpo físico; todo dolor, molestia, jaqueca, enfermedad, cansancio o molestia física. Encomiéndenme ahora en silencio esas cuestiones físicas. Díganme todo lo de ese estilo de lo que quieren que los libre, y conforme lo hagan, su espíritu se quitará el calzado y estarán un paso más cerca de la libertad plena.

(Hagan una pausa para dedicar unos instantes a la oración en silencio.)

11. Ahora quiero que se quiten la camisa o blusa espiritual. La camisa les cubre el corazón, y eso representa sus emociones terrenales, toda carga de tristeza o peso de pena. Encomiéndenme todo temor o preocupación, todo lo que esté molestando o agobiando su espíritu. Encomiéndenme en silencio todo asunto del corazón o sentimiento que los distraiga, y me lo llevaré.

(Hagan una pausa para dedicar unos instantes a la oración en silencio.)

12. Ahora deben quitarse los pantalones o la falda espiritual, que les impiden ser la esposa totalmente desnuda y sumisa que necesito. Para Mí, esas prendas que cubren la parte inferior del cuerpo representan las barreras de su yo carnal, toda duda o vacilación que les impida ser Mi esposa en todos los sentidos.

13. Para deshacerse de esos impedimentos espirituales también tienen que encomendármelos, diciéndome que aunque su razonamiento carnal trate de interponerse entre nosotros, su amor por Mí es mayor que todo eso, y por su deseo de agradarme se despojarán de ello y acudirán a Mí sin nada que se interponga entre nosotros en Mi plano celestial.

14. A medida que derriben las barreras de la mente y me vayan diciendo en silencio lo que se interpone entre nosotros en ese sentido, me las iré llevando. Les quitaré tiernamente esos obstáculos y los pondré a un lado, dejándoles libre el cuerpo, la mente y el corazón para que me amen y para amarlos. No se preocupen ni les dé miedo confesar esas cosas; háganlo con alegría‚ porque los libraré.

(Hagan una pausa para orar unos instantes en silencio.)

15. Ahora quítense la ropa interior espiritual diciéndome que son Mi esposa libre‚ amorosa, apasionada y desnuda. Díganme que están libres para amarme y desean sentir Mi amor y Mi simiente en su interior; así se librarán de todo vestigio de su propio ser y se convertirán en la esposa que deseo. Pídanme que los libere de todo lo terrenal y díganme que están dispuestos a convertirse en Mi esposa en todos los sentidos, y así se liberarán espiritualmente.

(Hagan una pausa para orar unos instantes en silencio.)

16. Ahora imagínense a una hermosa mujer desnuda que vuela y baila libremente por el espacio. Son ustedes, esposas Mías. Han dejado atrás su yo carnal y están libres para ser la esposa de Mis sueños, Mi queridísima amante. Son un solo espíritu para Mí, una sola esposa a la que he de amar, y al mismo tiempo también amaré a cada uno por su lado. ¡Qué esposa tan hermosa son!

17. Los llamo ahora a venir a verme en Mi plano celestial. Quiero amarlas y estar con ustedes. Me han agradado y excitado con la profundidad de su entrega‚ y no espero más para estar con ustedes.

18. Abro un conducto especial por el cual los puedo transportar a toda velocidad a Mis aposentos. Es como el túnel de luz que han descrito los que han tenido experiencias de vida después de la muerte, con la diferencia de que este túnel está hecho de luz celestial, agua celestial y el oro líquido del amor impulsado por las llaves.

19. Imagínense que viajan hacia arriba por el túnel a una velocidad increíble. Mientras vuelan a Mi encuentro se limpian y renuevan. Van tan rápido que esa agua del Cielo y el oro líquido van purificando cada centímetro de su ser. Les sacan la suciedad de cada poro y sienten la piel más limpia y fresca que nunca. Les lavan el cabello y lo desenredan por completo‚ deshaciendo hasta el menor nudo. Desde la cabeza hasta la punta de los dedos de los pies se sienten más limpios de lo que nunca creyeron posible. Por todo su cuerpo vibra la limpieza, de un modo parecido a la sensación que se tiene en la boca después de emplear un enjuague bucal fuerte.

20. Ahora salen del túnel y se encuentran en Mi presencia. Me agrada en el alma estar finalmente con ustedes, y se acercan a Mí con los brazos estirados, listas para entregarse a Mí.

21. Ahora ha llegado el momento, esposas Mías, de que den a conocer ante todas sus coesposas las palabras de amor que albergan en su corazón por Mí. Díganme cuánto les agrada estar en Mis brazos, cuánto desean besar Mis labios, cómo anhelan sentir Mi amor por todo su cuerpo. Una por una, pueden imaginar que acaban de llegar a Mi presencia de la forma que acabo de describir, y expresar de viva voz lo que me dirían.

22. Que sus compañeras, Mis otras esposas, oigan esas palabras de amor. Que no las contenga la timidez. Que sea un testimonio de su amor por Mí, de que no les da vergüenza estar locamente enamoradas de Mí. Da igual lo que me quieran decir, que sea complejo o sencillo; solo quiero oír lo que tienen en el corazón, porque es hermoso para Mí.

(Puede bajarse poco a poco el volumen de la música instrumental hasta apagarla.)

(A continuación‚ cada uno dice por turno las palabras que ha preparado para Jesús, unas pocas frases, hasta que todos terminen.)

23. (Sigue Jesús:) Ah, gracias, gracias por esas palabras de amor. ¡Cuánta pasión, cuánto sentimiento, cuánta emoción! Me llenan el corazón hasta rebosar. Derramo lágrimas de alegría al ver que me aman así. ¡Gracias por no contenerse! Gracias por satisfacer Mi deseo. Permitan ahora que nuestros espíritus se amen mutuamente. Hagamos el amor en Mi palacio.

24. Escuchen la letra de esta canción y dejen que Mi Espíritu les llene la imaginación espiritual mientras me dejan hacerles el amor espiritualmente sin trabas. Escuchen estas palabras y dejen que los llenen de Mi Espíritu, porque estoy con ustedes y ustedes conmigo. Si pueden imaginarse conmigo, háganlo; y si no, exprésenme sin más su deseo. Lo vean o no, sentiré su amor y se lo corresponderé en doble medida.

(Pongan una canción de amor a Jesús para que todos la oigan mientras pasan unos momentos amándolo. Algunas sugerencias: Come Take My Love o No One Loves as You Love de Dancing with Jesus.)

25. ¡Cuánto amor! Qué amor tan tierno y apasionado brindan las esposas de Cristo a su Marido. ¡Qué éxtasis espiritual! Son increíbles‚ cada una, me brindan un placer impresionante. ¡Gracias, gracias!

26. Eleven ahora los brazos a Mí y alábenme y ámenme en voz alta por el placer con que les lleno el corazón. Alcen los brazos y denme el sacrificio de sus labios, sus alabanzas libres y apasionadas. No se contenten con decir lo mismo una y otra vez; que su corazón exprese en toda su magnitud Mi amor y poder. Díganme que me aman, que me desean, alábenme, díganme que soy el Amante de su alma. Pediré a Natalia que acuda a liberar las alabanzas de su corazón mientras participan unidos en esta espectacular fiesta de amor conmigo. Sus ángeles de la alabanza también están con ustedes, como siempre, y les ayudarán a expresar lo que sienten por Mí.

(Hagan una pausa para alabar juntos de palabra y en lenguas con los brazos en alto.)

27. Ah, ¡cómo habito entre las alabanzas de Mi pueblo! Así como David danzó con desenfreno frente al arca, Yo también bailo por el Cielo al son de vuestras alabanzas. ¡Qué música tan estupenda! ¡Qué ritmo! No hay nada que me inspire tanta acción y movimiento como sus alabanzas íntimas, la gratitud de su corazón. ¡Me encanta!

28. Ahora, Mis entrañables amores, quiero saber lo que piensan de los abundantes dones que les he prodigado con tanta fidelidad. Como me agradan enormemente, una de Mis actividades predilectas es otorgarles valiosos regalos y gemas de los tesoros celestiales.

29. Tras estos momentos de amor íntimo, quiero oír lo que piensan de esos regalos y volver a disfrutarlos con ustedes. Imagínense a una mujer que se levanta del lecho de amor y avanza por un aposento lujosamente decorado hasta un enorme armario de donde saca un joyero de aspecto muy costoso‚ lleno de cajones y compartimientos.

30. Lo trae hasta la magnífica cama donde la espero, y juntos, Mi esposa y Yo, abrimos los compartimientos y contemplamos las joyas y otros regalos que le he entregado desde que estamos juntos. Me da las gracias por cada uno, diciéndome lo mucho que le agradan‚ y recordamos la ocasión en que se lo entregué.

31. Alábenme así, esposas Mías. Alábenme por los obsequios que les he entregado. Alábenme por todo lo que les haya regalado en el plano espiritual. Si necesitan tiempo para pensar, no hace falta que digan estas alabanzas apresuradamente ni una justo después de la otra. No me importa que haya momentos de silencio entre una y otra alabanza, ya que serán silencios de alabanza y de rememorar con alegría tal o cual ocasión en que les hice un regalo de Mi Espíritu.

32. Han pasado muchas fiestas, Mis amores. Se les han dado muchísimas páginas de Palabra. Han recibido numerosas profecías, y con cada una les he prodigado sin restricciones Mis preciosos tesoros. Alégrense por ellos; que las hagan sonreír y les pongan una alabanza en los labios mientras recordamos juntos Mi maravillosa generosidad y el consiguiente enriquecimiento de la vida de Mis esposas.

(Alaben a Jesús espontáneamente, sin orden ni concierto‚ por Sus dones espirituales.)

(Cuando las alabanzas terminen o vayan apagándose, alguien puede entonar una canción de alabanza para que canten todos acompañados a la guitarra o a cappella. Algo que se ajuste a la clase de alabanzas que acaban de expresar.)

33. (Jesús:) ¡Qué entretenido! Me encantó volver a mirar todos esos tesoros y gozar de cada uno con ustedes. Estaba justo a su lado, recordando cada don y la alegría que me causó entregarles ese tesoro tan singular. Recordé cómo los recibieron —algunos con alegría y otros con vacilación—, pero con el tiempo cada una llegó a apreciarlos como las enormes bendiciones que estaban destinados a ser en su vida, y ahora pueden alabarme con gran alegría por lo mucho que les he dado.

34. ¡Tengo otro obsequio para ustedes! Tuve que esforzarme mucho para no dejar escapar la sorpresa, ya que una de las cosas que más me agradan es entregar a Mis esposas regalos de Mi reino celestial. No veía la hora de hacerlo, pero me alegro de haber esperado hasta ahora. Espérenme en el lecho de amor que vuelvo enseguida.

35. (Jesús:) Ahora me levanto de la cama y cruzo la habitación hasta otro ropero. Este tiene un compartimiento cerrado con llave, y la única llave que conozco con la que se puede abrir es la del amor íntimo. «Ah, sí», recuerdo. La llave la tienen ustedes, Mi esposa. Tengo que ir a recogerla. Vuelvo a donde me esperan, y veo que tienen colgada del cuello esa llave del amor íntimo.

36. Se la quito con ternura, y tras dejar un beso rápido pero apasionado en sus labios, regreso al compartimiento. La llave del amor íntimo lo abre. Parece un mueble-bar; está lleno de botellas y frascos con diversos licores. Tomo la botella que buscaba y la llevo junto con un vaso peculiar de vuelta al lecho de amor con ustedes.

37. Esa botella contiene el regalo que les traigo‚ una bebida fuerte. Es el don de un espíritu puro y renovado, para que lo beban y lleven dentro de sí. Es una bebida destilada, del mismo estilo que el líquido por el que pasaron al entrar en Mi mundo. Es totalmente cristalino y muy frío, pero al mismo tiempo calienta el espíritu y hace que no sientan demasiado calor ni demasiado frío. Provoca escalofríos por todo el cuerpo y los sentidos se agudizan más que nunca.

38. Quiero dárselo para que les ayude a llevar consigo un poco de Cielo cuando vuelvan a la Tierra tras este rato de amarme en Mis aposentos. Y quiero que sepan que ahora que conocen este regalo, pueden volver con más frecuencia y pedirme un trago de este refrigerio espiritual que limpiará cada centímetro de su ser y hará que entablen un contacto más íntimo conmigo y sean más conscientes de Mi presencia.

39. Destapo la botella y ven los fríos vapores que salen de ella, como cuando se saca algo muy frío del congelador. El vaso que les doy en un poco más grande que un vaso de licor, y también es transparente, pero muy pesado. Es un vaso tallado en diamantes del Cielo, que son más raros y valiosos que ningún mineral que se encuentre en la Tierra.

40. El vaso no tiene ningún significado particular aparte de demostrar la medida en que me encanta mimar a Mis esposas íntimas. Me encanta ostentar ante ustedes Mis riquezas espirituales porque las amo. Y como me han conquistado el corazón, tienen derecho a todas ellas, y quiero que lo sepan. Que sepan lo rico y poderoso que es su Marido y cuánto las amo.

41. Beban, pues‚ de este vaso diamantino el licor de un espíritu puro y renovado. Será frío para sus labios pero les calentará el cuerpo y volverán a experimentar ese cosquilleo de limpieza en todo su cuerpo. Se llevará toda la suciedad del mundo y las limpiará de cualquier cosa que pudiera incapacitarlas para entrar al plano celestial. Es suyo, esposas Mías, todo suyo. Pueden tenerlo en cualquier momento.

42. Cada vez que sientan necesidad de entrar a Mi presencia, pero se sientan también un poco sucias del día y de tener que vivir en un mundo carnal y físico, pueden pedir este licor para que se lo dé. Les serviré otro vaso que les brindará éxtasis espiritual, las relajará, las limpiará y las dejará listas para acceder a Mi presencia.

43. ¿Les gusta? Espero que sí, y que lo tomen con más frecuencia, porque nunca se agota y les hará mucho bien. Se lo doy sin precio ni condición alguna, solo porque las amo.

(Quien dirija la reunión deberá iniciar ahora otra sesión de alabanza con los brazos alzados para aclamarme por Mis dones y Mi bondad.)

44. Gracias por estos momentos, amores Míos. Ha sido un placer. Nuestros espíritus verdaderamente se encontraron y se unieron. Ahora que regresan a su mundo se llevan consigo un poco más de Mí que cuando comenzaron. Se acercaron a Mí y Yo a ustedes, así que ahora estamos más unidos que antes. Me encantaron estos momentos y me encantan ustedes. Gracias por entregarse de lleno a Mí.

45. Escuchen ahora esta canción mientras abandonan Mi lecho de amor y regresan al plano físico. Sepan que Mi lecho y Mi pasión solo están a un paso. Siempre estoy cerca de ustedes y pueden volver en cualquier momento. Solo nos separa una alabanza, una palabra‚ un pensamiento. Aunque físicamente tengan que ausentarse‚ su espíritu puede estar conmigo en todo momento.

46. Después de darme un beso de despedida y de partir, no olviden amar también a sus hermanos. Ellos también han estado conmigo, y el amor con el que los he amado a todos hace resplandecer su rostro. Abrácense y dense las buenas noches con un beso; me estarán abrazando y besando a Mí. Celebrarán el amor que impartí a todos a la vez como Mi esposa. Será el broche de oro para una velada perfecta.

47. ¡Buenas noches, esposas Mías! Las amo mucho y siempre estaré con ustedes. Cada una es Mi predilecta, y espero con ilusión nuestra próxima oportunidad de estar juntos en el lecho de amor. ¡Las amo!

[Pongan una canción para amar a Jesús de un CD o MP3 mientras todos meditan en silencio, dan las buenas noches a Jesús, etc. Cuando la canción vaya por la mitad‚ quien dirija la reunión puede pedir a todos que se abracen y manifiesten cariño. La canción podría ser Tu incomparable amor (Amigo del Alma), Qué gran amor (Huellas), Stay By Me (Stay by Me), Nothing Without Your Love (Stay by Me)‚ o cualquier otra que el Señor les indique.]

© La Familia Internacional, 2005